Río de lágrimas: instantáneas al filo de la guerra
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- Published: Friday, 18 February 2011 14:53
En Internet hay muchas historias sobre Ei Htu Hta. El viaje a esta zona se convierte en una especie de oportunidad para el saqueo periodístico: se exige un compromiso limitado para entrar y salir y el peligro para el periodista parece casi irrelevante, así que es importante leerse las advertencias. Uno oye contar historias de periodistas que cruzan el río sólo para hacer una especie rápida conexión in situ --“Informamos desde Birmania...”-- y volver a cruzar con igual rapidez a Tailandia. Esto ha sido algo muy habitual en Irak y Afganistán. El drama se vuelve dramáticamente insignificante.
Las condiciones en Ei Htu Hta no son buenas, y, sin embargo, parecen ser bastante mejores que las que he visto en innumerables lugares de países que no están en guerra. De hecho la gente de Ei Htu Hta probablemente disfruta de mejores condiciones de vida que docenas de millones de indios. Creo que lo que esto implica es que la ayuda internacional y privada está teniendo un impacto positivo en la región, pero para conseguir que la ayuda continúe llegando mucha gente piensa que hay que poner “cara de preocupación”. Pero, ¿por qué? La realidad que reflejan las caras sonrientes de los niños de la escuela se puede interpretar como evidencia de que la ayuda está funcionando.
Como ocurre dentro de Afganistán hoy día, la paradoja es que muchas zonas donde la guerra es particularmente dura, como en las provincias de Helmand y Kandahar, reciben a veces miles de millones de dólares, mientras que otras regiones de este mismo país donde la situación es más estable --como por ejemplo Bamiyan-- caen prácticamente en el olvido. Con este comentario no estamos sugiriendo que se deba realizar ningún cambio en el curso de las ayudas: simplemente intentamos arrojar poco de luz sobre este asunto para que no pase inadvertido.