Michael's Dispatches

Entrega Especial

En la parte de arriba están los paracaídas tipo LCADS, y estos son barriles con combustible. Usualmente, nuestra gente evita enviar municiones por paracaídas en Afganistán. Aunque normalmente caen justo en blanco, existe la posibilidad que la carga llegue a flotar entre las manos del enemigo. Además, las municiones son más fácilmente dañadas que los alimentos ó el combustible.

La iluminación para esta entrega iba a ser .001 Lux (casi en la oscuridad) y la salida de la Luna iba a ser 10 minutes antes del tiempo sobre el objetivo (Time on Target ó TOT). Aunque el standard militar para este tipo de entregas es +/- 2 minutos (una ventana de 4 minutos), los pilotos dijeron que normalmente están bajo +/- 1 minuto.

Este es el BSA ó Buffer Stop Assembly. El BSA está diseñado para evitar que la carga se sacuda hacia adelante durante el vuelo.

El piso del avión está alineado con rodillos y anillos para mover y atar la carga. Usted tiene que tener cuidado al caminar porque se puede tropezar. Cuando nos acercamos a la zona de caida (Drop Zone ó DZ), los pilotos levantan el frente del avión unos 7 grados, causando que los jergones se forcen contra las correas de anclaje al mismo tiempo que la fuerza de gravedad insiste que ellos rueden hacia la puerta trasera. Observando el pasillo entre los jergones, usted puede observar un cable como una ‘Y’ al revés. Los jergones están atados con correas fuertes, pero ese cable está conectado a dos cuchillas que están en contacto con las correas. Entonces después que el piloto levanta el frente del avión 7 grados, y llegamos al punto calculado para soltar la carga, un cargador utiliza sus controles para que las cuchillas corten las correas y hagan que los jergones se deslizen. Cada paracaídas esta sujetado por medio de una ‘línea estática’ a un cable aéreo, así que cuando los jergones ruedan hacia los vientos fuertes y la oscuridad, los paracaídas deberían de ser jalados por la línea estática. Eso es, si los preparadores de los paracaídas han hecho bien su trabajo, si los cargadores han cargado bien, y si el piloto está realizando su trabajo. Un vínculo débil (en este proceso) y algo puede salir mal.

El algoritmo en la computadora CARP (Calculated Air Release Point ó Punto Calculado de Suelta Aérea) no puede factorar los vientos sin datos. Así que mientras viajabamos a través de la noche hacia la zona de entrega, el cargador tiraba una ‘dropsonde’ por la puerta trasera. La ‘dropsonde’ contiene un pequeño paracaídas, una unidad de Sístema de Posición Global (SPG), y un transmisor de radio. Una antena negra se atornilla al frente y transmite datos que son ingresados en una computadora portable dentro del avión, lo cual mejora la presición de la entrega. Además del deseo de que este combustible y municiones lleguen a nuestra gente, nadie quiere que estas municiones caigan entre manos enemigas.

Mientras rodabamos antes de despegar desde el Campo de Avación de Bagram (BAF), un magnífico avión C-17 aterriza en frente de nosotros.

Hasta el momento, esta había sido una gran misión. Nuestras probabilidades de estrellar o de ser derribados eran bajas, así que éso me hacia feliz, y los cinco miembros de la tripulación estaban muy estusiasmados acerca de sus labors, y respondieron a casi mil preguntas. Ellos también querian saber acerca de la guerra terrestre y me hicieron muchas preguntas. La guerra de cada quien es distinta.

Después de casi una hora de haber despejado del Campo de Avación de Bagram, estabamos en nuestro aproche final a la zona de descarga. Los pilotos continuaron de agregar información acerca de la situación y decidieron que la ‘Dropsonde’ no sería necesaria y que la entrega sería estrictamente por medio de la información obtenida por la computadora CARP. Yo bajé a gatas los tres pisos desde la cabina de pilotos para observar la entrega mientras que un cargador mantenía sus ojos sobre su consola de instrumentos, la cual estaba contando regresivamente hasta el tiempo de entrega. Para evitar ser vistos por el enemigo, la parte de atrás del avión era demasiado oscura como para tomar fotos. La rampa estaba abajo cuando volamos sobre la zona de entrega y el piloto subió la nariz del avión 7 grados, y ahora las 32,000 libras en los 20 jergones hacian esfuerzo por liberarse. A casi el momento correcto, las cuchillas cortaron las correas y quizas en 3 ó 4 segundos los 20 jergones rodaron hacia la noche y el avión, de repente más ligero, aceleró. Después que la rampa fué cerrada, me quite el cinturón de seguridad y me puse de pie mientras el piloto tiraba con fuerza para ganar altitude, causando que me tambaleara bajo el poder de la fuerza de gravedad. En la cabina, el piloto dijo que todos los bultos bajaron en la zona de caída, y que los últimos cayeron directamente sobre el blanco. Bien hecho.

Los pilotos tiraron la nariz del avión hacia el Sur en la dirección de Kandahar.

La Luna siguió elevándose.

Las vistas del cielo en la noche no dan muestra de la guerra de guerrillas que se está dando abajo. La tripulación quiere saber más acerca de como le va a nuestra gente, y les digo que podemos triunfar, y que su contribución de cargar abastecimientos por aire es crucial. Sin la Fuerza Aérea, tuvieramos que dedicar muchas tropas más al trabajo peligroso de correr los convoys, desgastando nuestro recursos en misiones menos importantes, y sufriendo mas bajas mortales. Las tripulaciones aéreas están salvando vidas y liberando a las tropas de combate para que cumplan otras misiones, como la de perseguir al enemigo.

Seguimos volando ruidosamente durante la noche, entre las nubes, las estrellas, y el brillo de la Luna.

Y finalmente de regreso al Campo de Aviación de Kandahar (KAF), que se está convirtiendo en una base animada y muy ocupada debido al ‘Surge’ (el reciente aumento en el número de tropas) en Afganistán.

El ‘Marshaller’ nos lleva hasta un espacio de estacionamiento.

De izquierda a derecha: Teniente April Brown (Piloto), Capitán Tanner Bergsrud (Piloto), Capitán John Holland (Piloto), TSgt Jonathan Boyce, SSgt Gabriel Campbell, y SrA Joe Hawkins.

Si usted es una tropa y necesita una pizza entregada por paracaídas, bueno, mala suerte. No va a llegar. Pero si usted necesita combustible, municiones, evacuación médica desde ubicaciones remotas, y varias otras misiones especiales que requieran un avión C-130J, usted puede mirar hacia el cielo para ver a los del 772 EAS (Expeditionary Airlift Squadron ó Escuadrón de Transporte Aéreo Expedicionario) de la ciudad de Little Rock, Arkansas.

Después que aterrizamos, al fondo tres helicopteros son lanzados en una misión a eso de la medianoche.

La misión de entrega por aire fué un éxito. Yo estaba de regreso en Afganistán por 18 horas y fué espléndido el estar de nuevo en la compañía de triunfadores.

 

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